martes, 9 de agosto de 2011

Del hurto de pan y otros desmanes

Me encanta el manido tópico del pobre hombre que va a prisión por robar una barra de pan. Parece como si todo el mundo hubiera conocido al mismo señor que, sin nada que llevarse a la boca, hace estragos en las panaderías de La Nación. La realidad, en cambio, puede ser distinta.

"El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño será castigado, como reo de hurto, con la pena de prisión de seis a dieciocho meses si la cuantía de lo sustraído excede de 400 euros."


El caso de robo es distinto, ya que requiere el uso de violencia o intimidación. Y es que no es lo mismo llevarse una barra de pan cuando nadie mira que asaltar una panadería a punta de navaja.

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